jueves, 8 de enero de 2015

Imprimir o no imprimir . . . esa puede ser la cuestión.




 Después de un tiempo interesádome por esto de la Fotografía he conocido parte de la gran variedad de dispositivos para hacer fotos en cualquier situación. Gracias a la consabida democratización de la Fotografía y sus herramientas, muchos hemos accedido a este arte y medio de expresión. Además, disponemos de multitud de aplicaciones que nos "procesan" las imágenes a nuestro gusto con sencillos pasos. Y, por último, podemos compartir estas imágenes con todos nuestros amigos físicos y virtuales con una inmediatez soñada por los mejores reporteros de prensa bélica.

Tras este breve pensamiento al respecto de mi percepción sobre la captura diaria de la luz, creo que en el camino hemos olvidado parte de la magia. Las imágenes quedan almacenadas en dispositivos también susceptibles de verse dañados y, con ello, perder las imágenes que, quizás, retraten toda nuestra vida. Ya no disfrutamos del tacto del papel cuidando de no tocar sobre la imagen, especialmente si se trata de papel con brillo quedando indeleble nuestra huella dactilar. 

En parte se han perdido algunos de los sentimientos hacia las fotos que un día tomamos y que sólo vemos de pasada debido a la gran cantidad de imágenes muchas veces hechas sin sentido. Apretamos el disparador con menos miedo a perder un cliché del carrete al no costar nada ver las imágenes ya que siempre podremos eliminar las que no nos gusten. Sin embargo, desde ese momento buena parte de las fotos caerán en el olvido aunque, peor aún a mi entender, estamos infravalorando las fotos que hacemos o las hacemos por hacer. La expresión del Maestro Henri Cartier-Bresson "tus primeras diez mil fotos serán las peores" quizás deberíamos adaptarla a la nueva realidad digital.

Sea como sea, invito a todo el mundo a revelar de vez en cuando algunas imágenes, que nos paremos a ver las fotos hechas y que con ellas fluyan los sentimientos que nos provoquen (incluido el de "vaya pedazo de bodrio . . .").

Si finalmente os decidís a imprimir algunas imágenes os invito a que busquéis el laboratorio que más os convezca, ya se trate de uno a bajo coste o que ofrezca diferentes calidades. 

Mi consejo es que toquéis vuestras fotos y no sólo el botón de la cámara.



Las dos imágenes de esta entrada corresponden a unas impresiones encargadas recientemente de las cuales estoy muy satisfecho por la fidelidad de los colores en relación a mi pantalla, la amplitud de colores o escalas de grises en las imágenes en blanco y negro, así como el detalle presente en su impresión. Os dejo enlace al laboratorio por si queréis saber más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario